Días intensos

Qué locura de días!

Llegué a Austin el domingo por la noche después de un viaje un tanto accidentado desde Dallas, con retrasos, lluvia y mucho tráfico. Allí me esperaba David, un PPVV que lleva mucho tiempo aquí, y que hacía bastante rato que andaba por ahí. 

Cada vez iba más cargada! Esto de llevar la vida entera en una maleta no es muy agradable que digamos... Más que nada porque pesa!

Una vez en Austin, muerta de cansancio, llegué al Firehouse Hostel, right in Downtown! 

Después de dormir en una cama sin somier y que parecía que se fuera a partir por la mitad, empezamos un nuevo día, bien pasado por agua. Básicamente lo que hicimos fue conducir en círculos por Austin y alrededores ya que andábamos perdidísimos y no pudimos encontrar la Credit Union para abrir una cuenta, pero después de muchos intentos sí que llegamos al Walmart e invadimos la sección de telefonía para conseguir el número americano. Esto fue casi más difícil que encontrar el banco!

El martes fuimos por fin a una credit union pero nos pusieron problemas porque no teníamos el SSN aún, así que aprovechamos y nos quedamos por la zona ya que es una de las que nos gustan para buscar apartamentos. Buscamos varios complejos y comimos en un mexicano a pie de carretera bien curioso, pasando mucho y mucho calor. Cada vez íbamos cogiendo más confianza con el coche automático y con la orientación de las calles, no es nada complicado! Si tienes claro que la ciudad se divide en cuatro cuadrantes delimitados por la autopista I-35 y el río Colorado y que las calles van en horizontal y vertical, es fácil.

Por la noche cenamos en un garito espectacular que Sandra ya había mencionado pero al cual fuimos a parar por casualidad: El Casino El Camino. Un lugar curioso, oscuro y raro pero con una comida brutal: aquí cayó la primera hamburguesa que estaba deliciosa y tremendamente picante. Aquí cuando dicen 'spicy' no es que sea picantito como en España, no, es que te abrasas vivo.

Hoy miércoles he ido a un 'training' sobre Classroom Management organizado por el AISD al cual me apuntó así en último momento mi director. Me recogió un compañero en Pérez, mi escuela, que también iba a ir a un cursillo y ahí pude conocer a muchos de mis futuros compañeros, todos súper agradables y muy interesados en saber qué leches me había pasado para acabar dando clases ahí, jajaja! Por cierto, en el curso este hacía un frío del carajo, como en todos los interiores de edificios, y cuando sales te empiezas a deshacer. Vamos a pillar algo al final.

Por la tarde hemos hecho la cuenta en el banco por fin y teníamos la intención de ir a ver más apartamentos, pero se nos ha hecho tarde y ya habían cerrado. Mañana toca solicitar el número de la Seguridad Social y conseguir algún sitio donde vivir para escapar de este lugar.

Austin es una ciudad genial, con un ambiente relajado y diferente, pero solo la estamos viendo bien pasada por agua. Y tenemos ganas de conocerla bien!

See you soon folks!