sábado, 13 de julio de 2013

Empezamos!

Parecía que no iba a llegar nunca. "Sí, nos vamos a vivir a Texas!", decíamos, pero era como en un futuro lejano, lejano. Pero ya está aquí! 

Ayer por la mañana nos despertamos con la noticia: "your flight has been delayed, you may miss your connecting flight". Maravilloso! Pues nada, a buscar alternativas: vuelo a Atlanta instead. Nos fuimos al aeropuerto con una sensación rara.

Tocaba acabar de despedirse, de dar los últimos besos y abrazos, y de empezar a echar de menos a la familia, a los amigos, a los perretes, a la casa, al clima... Però ei, amb il.lusió! Axel y yo nos separamos, aunque por poco tiempo, y me tocaba empezar la aventura sola durante un mes. Qué miedo!




Después de un vuelo larguísimo a Atlanta (no recordaba que ningún vuelo se me hubiera hecho nunca tan largo, quizás tenía que ver el hecho de que me tocó sentarme en medio de dos personas y por no molestar a penas me levanté ni pude dormir bien), tocaba conexión con Dallas, pero antes inmigración y aduanas. El señor de la frontera se reía cuando le decía que me iba para Texas: "remember, the first thing you have to do is to find a swimming pool", y cuando llegué entendí qué quería decir. Pero fue muy amable, me deseó mucha suerte, me hizo pocas preguntas, y me dejó seguir.

Una vez ya en el avión camino a Dallas, a punto de despegar, se lió la del pulpo. Una tormenta brutal, con rayos y truenos y con los operarios saliendo por patas de la pista nos dejó ahí en medio hasta que amainó y pudimos despegar. Más retrasos! Pero una hora y media después, cuando para mi cuerpo eran las 2,30am, aterrizamos. El azafato jefe tenía un acento tejano brutal, y me asusté pensando que todo el mundo hablaría así, era casi incomprensible. Este señor nos dejó salir y llegamos a la locura de "baggage claim" que, como en otros aeropuertos, estaba a pie de calle. Vamos, que cualquiera podía entrar, pillar una maleta y pirarse. Esto lo habíamos visto en SF hace un par de años y ya nos extrañó, pero se ve que no es tan raro!

Ahí me esperaba Sandra, mi súper anfitriona en Dallas y guía desde el minuto uno (o antes!) de esta aventura. Nada más verme ya me avisó: ya te puedes estar quitando la sudadera. Qué calor! Salir por la puerta fue como entrar en una bola de fuego, respirabas y tragabas calor, y se te pegaba en la piel! Arrancamos (aire acondicionado a tope) y después de volvernos locas para encontrar una gasolinera, cambiar cuatro veces de surtidor ("pump") y ver q la gasolina vale menos de un euro el litro (haciendo cálculos, porque aquí va por "gallons"), seguimos hacia Dallas y llegamos a su casita.



Me enseñó su casa (qué bien vivimos!) y me empezó a dar consejos y a explicarme trucos para la vida aquí... Y cada vez me emocionaba más al pensar en lo que estaba por venir, qué nervios! Cenamos unas empanadillas riquísimas, "tomatillo" tex-mex total (cómo picaba!) y mi cuerpo, después de casi 24h en pie, dijo que ya bastaba.

Hoy me he despertado antes de las 7am, con un poco de jet lag, y feliz de ver todos los mensajes de ánimo y deseando buena suerte que he recibido. Tengo ganas de que llegue Axel ya y empiece él también la aventura, pero de mientras, aquí sigo yo!

That's all folks! Muchos besos

2 comentarios:

  1. Me apetece estrenar este blog.

    Anna vete dando cuenta que al Axel le queda un mes de bombero y durante este tiempo como tu dices "aquí sigo yo. Quítate esos nervios y el jet lag y cómete otro tomatillo, para ambientarte. La vida continua haga frío o calor. Un besote de "welcome".

    ResponderEliminar
  2. Jo ana que guay! Me alegro tanto por ti! Y por tu churri! Disfruta a tope, tu puedes con todo, ya sabía yo cuando eramos peques que llegarías lejos y poco me equivocaba! Un super besazo y a vivir la experiencia! Muuuuuuaaaa

    ResponderEliminar